“La innovación no necesita millones de dólares (…); lo que necesita es una situación de vida o muerte”, asegura Simon James, autor del artículo “What Athletic Bilbao can teach brands about risk and innovation” que el diario británico The Guardian ha publicado. Tras explicar la peculiar filosofía del club vasco que basa su éxito en “la mejor cantera de fútbol del mundo”, James apunta algunas lecciones sobre innovación que pueden ser extrapoladas al mundo de los negocios y la empresa.
El británico se pregunta por qué aquellas organizaciones con menos recursos son los más adeptas a la innovación. Algunas compañías con los mayores presupuestos en I+D han fracasado: Kodak, Blackberry, Nokia, Xerox o Motorola, que en 2009 invirtió más en investigación y desarrollo que la propia Google. Así, las start ups representan el mayor impulso para la innovación porque es todo lo que tienen, dice. “La escasez de presupuesto supone un mayor sentido de la urgencia”, asegura James, quien también llama la atención sobre la generación de talento (Athletic) y la compra del mismo (Chelsea FC).
“La aversión al riesgo en marketing es una proposición peligrosa”, afirma, para continuar afirmando que “la innovación es una estrategia diseñada para maximizar el crecimiento abrazando el riesgo donde otros tienen miedo”. Para el Athletic no hay riesgo en su estrategia porque la innovación es el único camino posible. No hay alternativa, no hay coste de oportunidad, no hay miedo.
En la misma línea pero en lo relativo a países en lugar de organizaciones, el artículo científico “Construyendo una economía dirigida por la innovación, el caso de los países BRIC y GCC”, concluye que la inversión total en I+D no asegura una economía innovadora, tanto como la eficiencia de su distribución y una rigurosa aplicación de una estrategia de innovación. Los investigadores Maxim Kotsemir, del Instituto para Estudios Económicos y Estadísticos del Conocimiento de Moscú; Steffen Gackstatter, director en Pricewaterhouse Coopers AG y Dirk Meissner, de la Escuela de Economía de la Universidad de Investigación Nacional de Rusia, han comparado las economías de Barein, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos -países del Consejo de Cooperación del Golfo, GCC por sus siglas en inglés- con los BRIC (Brasil, Rusia, India e China). El resultado es que los países árabes dedican extensas cantidades de dinero a I+D, pero no consiguen grandes resultados. Sin embargo, los países emergentes están a punto de alcanzar a los líderes en innovación, excepto la Federación Rusa que se está quedando atrás.