El proceso de construir una marca es largo y complicado. Hace falta paciencia, prudencia y tiempo. Los ciudadanos están saturados de productos, de canales y de contenidos así que para lograr visibilidad es imprescindible que los clientes sean prescriptores de la marca. El objetivo del branding no es decir que eres bueno sino conseguir que digan de ti que lo eres.
Desde AZK, agencia de branding y comunicación, apuestan por la «Himnovación». ¿Pero qué significa este término? Es el proceso de combinar de forma creativa, los elementos narrativos propios de una organización para crear una marca con una imagen y personalidad singular y poderosa que permita establecer vínculos duraderos con la audiencia. Y sobre todo, que «suene bien».
El valor de una marca es eliminar incertidumbres. El público habla de marcas que suenan bien, de imagen, de himnos… En definitiva, de vínculos. Para hacerse un hueco en el mercado hay que diferenciarse por precio o por identidad propia. Si se quiere ser competitivo es mejor dotarse de mucha y buena comunicación y optar por construir una identidad “himnovadora” capaz de generar experiencias y establecer conexiones emocionales. Si tu marca no tiene personalidad será difícil que te recuerden.