A los 15 años, Jack Andraka, un estudiante estadounidense de secundaria, inventó un sensor de papel capaz de detectar en cinco minutos tres tipos de cáncer: el de páncreas, el de ovario y el de pulmón.
Lo más increíble es que esta prueba tiene un costo de 3 centavos de dólar, lo que significa que es 26.000 veces menos caro, 168 veces más rápido, y 400 veces más sensible que los métodos actuales para detectar el cáncer y además no es invasivo.
Su historia comenzó cuando tenía sólo 13 años. Un amigo de la familia, que era como un tío para él, falleció de cáncer de páncreas. Entonces se enteró de que la falta de un método de detección precoz, rápida y de bajo costo contribuía a la baja tasa de supervivencia entre las personas con este tipo de enfermedad. Así que empezó a investigar en la búsqueda de una prueba de detección temprana de diagnóstico.
Envió su trabajo a 200 profesores y fue rechazado por 199 personas, solo el Dr. Anirban Maitra, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, aceptó el reto y le abrió sus puertas para desarrollar y mejorar su idea.
Los resultados revolucionarios de Andraka le han valido el reconocimiento internacional, ha logrado ganar premios como el Intel ISEF Gordon Moore Award 2012 o el Jefferson Award 2014, el más prestigioso de Estados Unidos. Incluso National Geographic le ha proporcinado el pasado año una beca para continuar con sus investigaciones.
«La ciencia puede ayudar a resolver muchos de los problemas que tiene la sociedad», asegura el joven. Ahora, a sus 17 años, el científico adolescente Jack Andraka comparte la historia que hay detrás de su descubrimiento revolucionario a través del libro “Breakthrough: How One Teen Innovator Is Changing the World” que se publicará en marzo de 2015.