En la Europa de los 28, el 27% de la población, es decir, 85 millones de personas, tiene más de 65 años. En 2030 será el 33%, 125 millones de europeos. En Euskadi, con 2,5 millones de habitantes, el 19% de la población supera la edad de jubilación. Este fenómeno se produce en los países desarrollados de todo el mundo: entre 2015 y 2060 la mayor franja de población estará envejeciendo, debido a que las familias son cada vez más pequeñas, desciende la fertilidad y los individuos viven más tiempo que sus progenitores. Esta tendencia hace que en lugar de pirámide de población, The Economist hable ya de una columna:
Y lo mismo sucede en lugares como Estados Unidos o el Reino Unido.
El envejecimiento es un reto no sólo para los individuos y sus familias, sino para los sistemas sociales y de salud y su financiación. Este cambio demográfico abre, a juicio de Silas Olsson, de HealthAccess de Suecia, ”nuevas iniciativas y oportunidades para una envejecimiento activo y saludable, que incluya innovación, innovación social, coproducción de salud, industria, mercados, exportaciones, negocios, crecimiento y nuevos puestos de trabajo. En este contexto, las TIC jugarán un papel decisivo”. Así lo recoge el informe “Turning demographic ageing in Europe into opportunities”, que explora iniciativas innovadoras en Europa y posibilidades de sinergias con Programas de Innovación de la Unión Europea y Fondos de Desarrollo Regional para apoyar a los mayores a través de soluciones innovadoras con tecnologías de la información, TIC.
Este informe recoge diversas buenas prácticas en la Unión Europea (Escocia, Flandes, Gales, Noruega, Gelderland, Oulu o Dinamarca) entre las que destaca Euskadi y en particular el papel de Innobasque, “la Agencia Vasca de la Innovación que apoya la estrecha colaboración entre el sector público y la industria para apoyar el viaje desde la idea hasta la innovación, el testeo y la práctica. La agencia apoya la innovación en las siguientes áreas: desarrollo económico, sostenibilidad, salud y calidad de vida y nuevos escenarios”.
La industria de fuera es bienvenida en Euskadi, destaca la publicación sueca, a desarrollar soluciones en cooperación con el sistema público de salud, así como con la industria local y regional. Una escala adecuada es la única manera de conseguir soluciones rentables y esta escala requiere de mercados multipaís. Es importante cubrir toda la cadena de valor desde el desarrollo hasta la llegada al mercado y adopción por parte de los consumidores.