¿A qué sabe un guiso de patatas moradas al vino azul? ¿Y un pollo asado a la cerveza azul? Parece una receta imposible, pero hoy en día nada es imposible.
Hace cinco años una firma japonesa creó la cerveza Ojotsk Blue de llamativo color azul. Esta cerveza se produce a partir del agua de los icebergs que se desplazan por las frías aguas del mar de Ojotsk, al norte de Japón. Pero para conseguir el profundo color azul se utilizan productos de origen vegetal, como algas marinas, flores y ñame chino.
El azul es el símbolo de la profundidad, asociado a la fluidez y el cambio. Con esta filosofía en la que los cambios son un hecho y la innovación está cada día latente, un grupo de jóvenes emprendedores afincados en el País Vasco han creado el primer vino azul del mundo llamado Gïk.
En colaboración con la Facultad de Ingeniería Química de la UPV-EHU y con Azti Tecnalia, el equipo de I+D de Gïk Live! ha patentado un proceso tecnológico de pigmentación y edulcoración que altera el sabor y el color original de la uva. Mezclando procesos tradicionales con tecnología innovadora, han creado un vino de color azul y con un sabor dulce y accesible para todos.
También existen las zanahorias moradas, casi azules. Estas no son realmente una innovación, ya que realmente todas eran de ese color antes del siglo XVII. Las naranjas que conocemos en la actualidad son una mutación de aquellas.
Para terminar con esta receta tan inusual, tenemos el ingrediente secreto: la patata Entzia. El sorprendente color morado es solo uno de los atractivos de esta patata elaborada por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia. Esta patata se obtiene a base de métodos naturales, mediante cruzamientos entre diferentes variedades de buenas características agronómicas y que ofrecen resistencia a las principales enfermedades del cultivo.