Arrasate, Portugalete, Barakaldo, Santurtzi, Getxo, Erandio, Eibar, Donostia son, en este orden, los 8 municipios del Estado que menos vulnerables han resultado a los efectos negativos de la crisis. El esfuerzo inversor y su gran diversidad productiva han sido los factores responsables de esta resistencia que Euskadi ha mostrado frente a la crisis. Así se desprende del Atlas de la Crisis, trabajo de un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dirigidos por Ricardo Méndez, donde se analizan los cambios que ha provocado la actual crisis económica y las políticas de austeridad, prestando especial atención a su desigual intensidad según los territorios. El informe destaca los cambios más significativos en la economía y la sociedad, desde el punto de vista del territorio.
El diario El País desgranaba este fin de semana en sus páginas los porqués de esta fortaleza vasca frente a otras regiones, apuntando a una industria fuerte, activas políticas de I+D y protección social y una potente Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El Atlas de la Crisis coincide en su conclusión con los resultados aparecidos en Indizea, Índice Vasco de Innovación, que mide las inversiones empresariales en la innovación en Euskadi y su impacto en la mejora de la productividad, y revela que gracias a la inversión realizada en innovación, Euskadi ha conseguido evitar crecimientos negativos de su productividad durante la crisis económica.
El Atlas certifica que la crisis inmobiliaria y financiera afectó, sobre todo, al litoral mediterráneo y las islas españolas, por su especialización en construcción y servicios al consumo. Son éstas las áreas que en la actualidad muestran mayores índices de vulnerabilidad, según este estudio que aborda lo ocurrido desde el inicio de 2007 a 2013 a partir de numerosos indicadores económicos, sociales, demográficos e inmobiliarios. El informe describe que hay una nueva organización territorial emergente.