En 2020 habrá entre 25 y 50 billones (con b) de aparatos electrónicos conectados. Hoy en día existen 10 billones. Este Internet de las Cosas (Internet of the Things, IoT) ofrece oportunidades por valor de un trillón de dólares, y provocará mejoras en  la producción y los procesos de distribución, pero, lo que es más importante, provocará un cambio significativo en el modo en el que se utilizan los productos. La transformación digital tiene el poder para redefinir las bases mismas de la economía basada en el consumo de materiales. Frente a este modelo, surge otro donde la conectividad es una nueva infraestructura que puede dar lugar a la Era de la Economía Circular.

Así se refleja en  el informe “Activos inteligentes: Liberando el potencial de la economía circular”, elaborado por Ellen MacArthur Foundation en colaboración con World Economic Forum y que ha contado con la participación de más de 30 organizaciones, entre las que figura Innobasque. El trabajo  pone el acento en cómo acelerar innovaciones impulsadas por el  mercado y ayudar a escalar la economía circular.  Se focaliza en explicar cuáles son los facilitadores de esta economía circular, como las tecnologías digitales, que son demasiado grandes o complejas para ser superadas por un solo negocio, ciudad, gobierno o individuo.

El informe está dividido en los siguientes capítulos:

  1. Repensando la creación de valor – La perspectiva de la economía circular
  2. Los activos inteligentes – Construyendo una economía inteligente
  3. Vinculación de la economía circular y los activos inteligentes
  4. Los innovadores de hoy muestran cómo pueden ser los ecosistemas de negocios innovadores de mañana
  5. De las ideas a la acción.

Capturar todo el potencial de las muchas oportunidades que surgen de la intersección entre los activos de la economía circular y los activos inteligentes implica la redefinición de los mecanismos de colaboración entre la tecnología y el marco en el que ésta opera.

Dentro de las estructuras tecnológicas, comerciales y regulatorias existentes, se necesita colaboración entre los diferentes stakeholders con el fin de comprender y gestionar eficazmente el espacio que aflora con el crecimiento del Internet de las Cosas (Internet of the Things, IoT), es decir, fomentar la innovación de la forma más eficaz y superar los desafíos de interoperabilidad, al tiempo que se garantizan la seguridad y las normas de privacidad.

Ideas fuerza

Estas son las principales ideas fuerza que se pueden extractar del informe:

• Un rápido aumento en el número de activos inteligentes (aparatos tecnológicos) está transformando la economía y su desarrollo que creará un valor significativo. El emparejamiento de esta revolución digital con los principios de la economía circular puede transformar la relación de la economía de los materiales y los recursos finitos, desbloqueando así un valor adicional y la generación de resultados positivos.

• En la perspectiva de un cambio sistémico, el Internet de las Cosas puede convertirse en la nueva infraestructura virtual que rige el uso de los activos y de los recursos y los movimientos a lo largo de la cadena de valor. Las herramientas digitales -como plataformas de intercambio que permiten múltiples vidas útiles e información de productos integrados– pueden  llegar a ser tan importantes como las herramientas físicas cuando se trata de determinar y dirigir los flujos de activos.

• Vinculación entre los principales valores de la economía circular:

 – extender la longitud del ciclo de uso de un activo, aumentar la utilización de un bien o recurso, de enlace / conexión en cascada de un activo a través de ciclos de uso adicionales, y la regeneración del capital natural

– con los impulsores de valor generados por el conocimiento de los activos y recursos digitales creados por la tecnología

 – la ubicación, la condición y la disponibilidad del activo

– desbloquear nuevas oportunidades significativas.

Esta interacción entre la economía circular y los activos inteligentes impulsores de valor puede cambiar radicalmente la naturaleza de productos y modelos de negocio y, sobre todo, transformar la manera en la que funcionan las economías.

• Las empresas ya están explotando esta intersección entre la economía circular y los activos inteligentes que aportan valor. Casos de estudio presentados en el informe muestran los primeros ejemplos de creación de valor entre los principales impulsores de valor, con las tendencias más fuertes observadas en cinco sectores, y un foco claro en las ciudades:

  1. Fabricación de electrónica y equipos avanzados
  2. Energía y servicios públicos
  3. Infraestructuras
  4. Logística y gestión de residuos
  5. Agricultura y pesca
  6. Ciudades inteligentes

• Esta interacción puede provocar no sólo un cambio incremental del sistema tal y como lo conocemos, sino una transformación completa: desglosados ​​a escala con el poder de redefinir la generación de valor y crear amplios beneficios sociales, al tiempo que ayuda a las economías emergentes a evitar inversiones fuertes en ciertas materias y soluciones intensivas en materiales. 

Además, el estudio analiza las buenas prácticas de organizaciones como Arup, Cisco, Delta Development, HP u otros en una separata independiente.

 

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