Sin apenas tiempo para consolidar la recuperación económica, Euskadi se enfrenta a una nuevo escenario donde surge la nueva revolución industrial,  la especialización inteligente, … Innobasque afronta 2016 tras haber vivido su segundo ciclo de consolidación. Y para el Tercer Ciclo se plantean tres retos fundamentales: fortalecer su rol como apoyo estratégico a las políticas de ciencia, tecnología e innovación; optimizar su valor como agente de cooperación público-privada y aumentar, diversificar y reforzar su base de socios. Txema Villate, director general de la Agencia Vasca de la Innovación, concedió una entrevista apara la Guía de la Innovación del País Vasco 2015, de Estrategia Empresarial donde aborda estas y otras cuestiones. «Necesitamos incorporar a más pymes y micropymes al sendero de la innovación», reclama.

 

1.- ¿Qué significan esos nuevos conceptos y qué van a suponer para las empresas vascas?

La estrategia de especialización inteligente consiste en apostar por aquellas áreas donde hay conocimiento y tejido empresarial. No podemos ser excelentes en todo y por ello, desde Europa se solicita a cada región que seleccione. En Euskadi se han definido que sean fabricación avanzada, energía, y biociencias aplicadas a la salud. También se han identificado cuatro nichos de oportunidad: alimentación, construcción sostenible, industrias de la creatividad y ecosistemas urbanos. Así, la fabricación avanzada es una de esas estrategias, que aquí hemos denominado Basque Industry 4.0

¿A qué se refiere exactamente?
El 23% de nuestro PIB es industrial y esta estrategia reforzará la competitividad de nuestra industria. Nos referimos a máquinas y sistemas flexibles e inteligentes, nuevos materiales y procesos de fabricación, robótica colaborativa, fabricación aditiva, Internet de las Cosas, visión artificial y realidad aumentada, cloud computing o big data.

2. ¿Qué papel juegan las personas en este nuevo orden?

Las personas son la clave, siempre lo han sido y lo serán. La tecnología no es más que una herramienta en la era del trabajador del conocimiento. Siempre parafraseo a Steven Johnson diciendo que el progreso no es más que conocimiento puesto en acción a través de innovaciones. Y el conocimiento lo desarrollan las personas.


3. ¿Existe un estilo de gestión de la innovación para cada organización o es más conveniente un mismo modelo que cohesione y favorezca la competitividad del tejido empresarial en su conjunto?

No existe un estilo único de gestión de la innovación, pero sí existen ciertos elementos comunes que permiten que se generen entornos propicios para que la innovación germine. Lo primero es que la innovación debe estar en la estrategia de la empresa y debe haber un liderazgo que traccione y cree un entorno facilitador; pero sobre todo y fundamentalmente, que promueva la colaboración interna y externa. Nadie innova solo, ninguna organización tiene todas las competencias para innovar, lo saben muy bien las multinacionales que han activado sus resortes para atraer potenciales innovaciones. ¿Qué podemos decir en un territorio dominado por pymes y micropymes? Necesitamos colaborar más y mejor.


4. En este sentido, ¿existe en las organizaciones vascas auténtico espíritu/cultura innovadora? ¿En qué se traduce?

En Euskadi hemos desarrollado conciencia social sobre la innovación. Tenemos además organizaciones altamente innovadoras, verdaderos campeones de innovación. Pero necesitamos reforzar dos aspectos críticos: incorporar más pymes y micropymes al sendero de la innovación e intensificar la demanda innovadora localmente, en lo público y en lo privado. Una posibilidad sería que las empresas grandes  profundizaran aún más en su capacidad tractora ofertando oportunidades de innovación a la cadena de valor local.

¿Cómo se mide la innovación?

La mejor forma de saber cómo de innovadoras son las organizaciones vascas es acudir a un estándar internacional, que en Europa es el IUS, Innovation Union Scoreboard. Éste indica que Euskadi destaca en iniciativa empresarial, quedándose por debajo en financiación privada y protección de los activos intelectuales. También se deduce que nuestras empresas desarrollan más actividad interna de innovación y colaboran en mayor grado con otras que la media europea, aunque necesitan incrementar las inversiones en esta materia.

 ¿Cómo se financia?

Son las propias empresas quienes lo financian, en el caso de la  I+D en su mayor parte, aunque también ayudan las administraciones públicas y los programas marcos europeos, estos últimos con una importancia creciente. Sobre las inversiones empresariales, IUS  dice que mientras nuestras empresas están por encima de la media europea en inversión en I+D, no lo están en inversión en innovación no tecnológica. Los resultados preliminares de Indizea, un indicador específico desarrollado por Innobasque, también apuntan en esta dirección, mostrando que las empresas vascas gastan menos en intangibles que sus equivalentes en Europa. Por intangibles incluimos, además de I+D, otros activos como el software, innovaciones organizativas, marketing, formación y capacitación o diseño, etc.

¿En qué se traducen todas estas inversiones?

El principal resultado son nuevos productos tanto para el mercado final como para el mercado interempresarial, que suponen un nivel de ingresos superior a la media europea, 16,1% versus 12,4%, según el IUS.  Estos nuevos productos y servicios se estarían traduciendo en empleo en actividades de conocimiento intensivo. Pero teniendo en cuenta el desafío que supone el mantenimiento de nuestro nivel de bienestar, necesitamos dar un paso más y alcanzar a las empresas de los países y regiones líderes con las que competimos.

 

5. La innovación que se genera en las organizaciones empresariales, ¿llega también a la sociedad?

Las empresas son por definición un agente social con impacto directo e indirecto en su entorno. Las empresas generan valor económico, empleo, son corresponsables en la mejora de la empleabilidad y la transferencia de conocimiento intergeneracional, etc. Y además, cada vez apuestan más por integrar, en su actividad y planes estratégicos, valores compartidos (respeto al medio ambiente, impulso de la cultura, compra responsable…), que tienen una incidencia real en la construcción de una sociedad más justa. 

¿A qué nos referimos cuando hablamos de innovación social?

La innovación social busca generar valor público resolviendo los retos de la sociedad. Pero no de cualquier manera.  Busca generar cambios favorables en los sistemas, activando todas las capacidades de innovación posibles: mayores niveles de empoderamiento de la comunidad y generación de alianzas. La innovación social es una innovación que es “social” tanto en sus fines como en sus medios.

 ¿Quién tracciona esta innovación y en qué dirección?

No  hay agentes privilegiados, todos los agentes y personas, son o pueden ser agentes de innovación social. En Innobasque distinguimos tres fuerzas de tracción. Por un lado, la administración, en la gestión de lo público, a través de la innovación en políticas públicas y desde los principios de buen gobierno, transparencia y participación. Por otra parte, la ciudadanía, a través de movimientos sociales auto-gestionados que actúan en ámbitos de interés público desde la co-responsabilidad. Y finalmente, el  mercado, mediante el desarrollo de productos y servicios innovadores que dan respuesta a demandas sociales no satisfechas. 


6. Innobasque acaba de firmar un convenio con la agencia de innovación de Medellín Ruta N. ¿Estamos ya en situación de internacionalizar nuestro propio modelo de innovación?

Podemos decir que tenemos nuestro propio modelo de innovación y que está siendo reconocido. En 2011, la OCDE nos decía que estábamos siendo pioneros en aplicar el modelo de la cuádruple hélice en la innovación, donde colaboran las empresas, administraciones públicas, centros de conocimiento y la sociedad civil. En 2014 desde la agencia británica de innovación Nesta publicaban un informe que destacaba que Euskadi tiene políticas fuertes de apoyo a la tecnología y la innovación y que la innovación se vive como una misión de país. Este mismo aspecto era subrayado hace poco más de un año de nuevo por la OCDE, en un informe en el que se propone a Innobasque como un modelo válido y eficaz de agencia de innovación.

¿Qué podemos importar de fuera en esta materia?

He estado recientemente en Medellín, designada la ciudad más innovadora del mundo en 2013, y allí la innovación se vive en la calle, se respira. Han escogido esta estrategia de apostar por la innovación como posicionamiento de la ciudad, que se lo ha tomado como un reto de transformación. Nosotros también vivimos nuestra propia transformación, y en este punto hemos coincidido, de ahí podemos aprender unos de otros.


7. En plena fase de consolidación, ¿qué retos ha satisfecho Innobasque a lo largo de 2015?

Ha sido el año de la consolidación de Innobasque, en el que hemos finalizado nuestro segundo ciclo apoyando políticas de innovación, y desarrollado diversos proyectos de innovación en colaboración, como el Libro Blanco de Participación Ciudadana,  el despliegue del PCTi, o reforzando el rol de los socios, como se vio en el Global Innovation Day, por ejemplo.  En esta edición hemos dado un salto cualitativo en cuanto a impacto y participación. Es ya una cita imprescindible de la innovación vasca, siendo un proyecto diseñado y ejecutado en colaboración con nuestros socios. También con ellos y la comunidad que forma la red de Innobasque hemos llevado a cabo un proceso intenso de escucha activa cuyas conclusiones se incorporarán en el diseño del nuevo ciclo que comenzamos.

¿Y cuáles son los objetivos ese ciclo?

En breve vamos a renovar la Junta Directiva y para el tercer ciclo desarrollaremos un nuevo plan de trabajo con tres retos. Primero, fortalecer nuestro rol como apoyo estratégico a las políticas de ciencia, tecnología e innovación y como instrumento de impulso, monitorización y evaluación del Sistema Vasco de Innovación. En segundo lugar, optimizar el valor de Innobasque como agente de cooperación público-privada al servicio de la innovación en Euskadi. Y en tercer lugar,  aumento, diversificación y reforzamiento de nuestra base de socios. 

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