Txema Villate, director general de Innobasque, analiza el impacto que tendrá en el empleo femenino la Industria 4.0 en un post publicado originalmente en el blog MujerTekSpace de la Universidad de Deusto:
«La cuarta revolución industrial va a afectar al futuro del empleo. La tecnología va a estar presente en todos los niveles de la cadena de trabajo, lo que va provocar que cambien las funciones asociadas a cada puesto, así como la composición de las familias de trabajo. En este sentido, los datos indican que va a haber un incremento de la demanda de empleos en las áreas STEM (Science, Technology, Engineering and Maths).
Según el informe “The Industry Gender gap. Women and Work in the Fourth Industrial Revolution” del World Economic Forum, estos cambios en el empleo van a afectar de manera desigual a hombres y mujeres. Por ejemplo, para los hombres habrá un nuevo empleo STEM por cada cuatro perdidos, sin embargo, para las mujeres sólo uno por veinte destruidos.
Estos datos sugieren que, si la brecha de género persiste y la velocidad a la que las chicas están accediendo a empleos STEM no crece al mismo ritmo que la demanda, las mujeres están en riesgo de perder las mejores oportunidades de trabajo. Este hecho también afectará a las empresas ya que en los procesos de selección accederán a menos solicitantes, y, por tanto, a menos talento.
Pero detrás de estos datos también hay señales para el optimismo. Estas tendencias no tienen por qué continuar. De hecho, en el informe se ofrecen seis recomendaciones o dimensiones en torno a las que se centran los esfuerzos de paridad de género de una organización.
- Fijar objetivos de selección de personal femenino y medición
- Mentoring y formación
- Concienciación
- Ambiente laboral y conciliación con la vida personal
- Liderazgo y compromiso de la empresa
- Responsabilidad más allá de la oficina
La reducción de la brecha de género en la cuarta revolución industrial es un reto que va más allá de las decisiones y medidas de cada empresa. Se trata de un desafío de país, que afecta a lo público y a lo privado. Hoy tenemos la oportunidad y la responsabilidad de repensar el trabajo con una visión holística y de generar nuevos modelos más flexibles que nos permitan avanzar en la igualdad de género.»