Industrias virtuales, Internet de las Cosas, sistemas de ciberproducción, tecnología 3D, máquinas inteligentes… Las empresas comienzan a lanzar proyectos piloto que incluyen estos conceptos. Sin embargo, muy pocos están explotando el potencial que encierran. Un informe de la consultora alemana Roland Berger “The industrie 4.0: transition quantified”, revela que la cuarta revolución industrial transformará el paradigma económico y el mecanismo para la generación de valor, que ya no estará ligado a la producción en masa, sino a la personalización y la localización de la producción cerca de los centros de demanda.
La Industria 4.0 representa un cambio hacia la personalización en masa, basada en la producción flexible y localizada, adaptándose a la demanda. Es más predictiva y autocorrectiva, implicando menos ensayo y error . Su lógica se centra no en el producto sino en el uso y supone un cambio de una forma rígida de organización del trabajo a una flexible.
Pero, ¿cómo afectará la industria 4.0 y su cambio de paradigma al empleo? El estudio considera que la fábrica del futuro es una oportunidad para producir un cambio social, ya que tiene capacidad para impulsar el crecimiento y la generación de nuevos puestos de trabajo.
¿La destrucción de empleo que la digitalización provocará será compensada por la actividad beneficiosa de la nueva industria? La nueva ola industrial provocará la creación de nuevos empleos, más de los que desaparecerán.
El estudio considera que 2,7 millones de trabajos se destruirán en Europa a causa de la productividad y otro tanto por la pérdida de competitividad frente a otras regiones. Para 2035 sólo la mitad de las empresas industriales serán capaces de aprovechar el potencial de la industria 4.0. El resto utilizarán algunas de las tecnologías disponibles.
Los trabajos nuevos que se crearán en el futuro serán consecuencia del valor generado, tanto en servicios como en manufactura. De hecho, de los 10 nuevos millones de trabajos que se van a crear, casi 7 los producirán servicios que todavía no existen. También los empleos industriales serán muy diferentes a los existentes, ya que estarán basados en modelos de negocio completamente diferentes a los existentes.
La industria 4.0 es una oportunidad para repensar la industria en Europa. Hay cuatro claves a tener en cuenta: aumento de la competitividad de los activos, flexibilidad, habilidad para responder a los cambios y regionalización de la producción.
La industria 4.0 está basada en una nueva manera de crear valor, aumentando el uso de un activo o producto, lo cual se traduce en un menor coste de uso para el cliente. También se reduce el capital del productor. Este cambio en el paradigma económico creará actividad económica y el empleo alternativo en los próximos años.