Hace unos años Yolanda de Miguel tuvo un accidente de tráfico. No fue muy grave, pero la mantuvo unos meses en el dique seco y cambió su vida. La directora del Cluster de Nanotecnología en Tecnalia comenzó a prestar atención a las pequeñas cosas, cayendo en la cuenta de que acciones muy pequeñas tenían un impacto enorme en la vida de las personas. Trasladó esta filosofía a su carrera profesional como investigadora y se dedicó a la nanotecnología. Ahora tiene dos patentes relacionadas con el hormigón autorreparable y dos de materiales fotocatalíticos con propiedades de autolimpieza y purificación de aire. Ha dirigido 7 tesis doctorales y realizado más de 30 publicaciones.
De Miguel participó en la última edición de TEDX Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz, donde explicó que un nanómetro es el resultado de dividir un metro en un billón de partes. Las partículas de este tamaño pueden tener «propiedades casi mágicas» y se utilizan para, según el material, eliminar gérmenes, blanquear productos, matar microorganismos, purificar el aire, hacer ventanas que se limpian solas o insertar medicinas en células cancerígenas. En definitiva, para hacer mejor la vida de las personas.