Emiliano López Atxurra preside dos pesos pesados del entramado vasco de innovación: Petronor y la corporación tecnológica Tecnalia. Además, es también vicepresidente de Innobasque. Abogado y con estudios de postgrado en asuntos internacionales y Derecho Comunitario, López Atxurra ha desarrollado su experiencia profesional en diferentes sectores, pero especialmente en el de la energía, al que lleva vinculado 20 años.
Gracias a su dilatada trayectoria profesional, tiene un conocimiento profundo del sector energético. En su opinión, ¿Cuáles son los principales retos del sector?
En los tiempos que corren, nada más lejos de un conocimiento profundo, no en vano estamos en un entorno de muchas incertidumbres y desafíos. La energía ha sido el motor en todos los tiempos de la historia de la Humanidad, y la columna vertebral de su evolución.
¿Desafíos actuales? Si seguimos la senda de la COP21 (Conferencia Cambio Climático, Paris 2015), son tres los grandes desafíos. Primero, la descarbonización; segundo, la democratización del consumo energético y el suministro de electricidad a todos los países del mundo y, especialmente, a los países en vías de desarrollo. Y, tercero, la transformación del propio sector energético como consecuencia de la irrupción de la economía digital, los avances de la biotecnología y el desarrollo de la inteligencia artificial. En definitiva, las incertidumbres actuales son una oportunidad, porque nos hacen afrontar el desafío de la transformación tecnológica y energética, siempre y cuando nuestras mentes no se conviertan en muros.
La de Petronor es la historia de una verdadera transformación. En este momento se enfrenta al reto de abordar un cambio estratégico. ¿Qué significa que van a convertirse en una empresa energética diversificada?
Significa que proseguimos con la historia de Petronor. Una compañía que nació para producir fuelóleo para las centrales eléctricas y participar así en la cadena de valor de la electricidad, y ha llegado hasta el presente siendo parte fundamental de la cadena de valor de la movilidad.
Petronor quiere seguir siendo la referencia en el ámbito de la energía y la movilidad, y por ello tiene que producir y ofrecer nuevos productos y servicios energéticos en diferentes soportes atendiendo a la evolución del mercado y a sus demandas.
De esta forma, la innovación tecnológica mediante la inteligencia artificial es una herramienta para la servitización de Petronor. La eficiencia energética, a través de la introducción de las nuevas tecnologías disponibles, es un factor de competitividad. La descarbonización, un desafío estratégico que conduce a la transformación del proceso de producción y de mantenimiento. La movilidad eléctrica, un nicho a no despreciar y un instrumento para entrar en el nuevo mercado, como las micro-redes y la generación distribuida. Y todo ello en el marco de las respuestas a los nuevos desafíos, sobre la base de nuestra experiencia industrial
Acaban de crear Petronor Innovación, con un presupuesto de 15 millones de euros y 15 investigadores. ¿Con qué objetivo nace?
La innovación, la eficiencia energética y la movilidad eléctrica no son ámbitos exógenos a Petronor. La filial Petronor Innovación es la respuesta para captar nuevas tecnologías disponibles, la digitalización y la integración de la inteligencia artificial, tanto en la nueva orientación estratégica como en la gestión productiva.
Petronor Innovación nace con el objetivo de ser un instrumento de transformación y adaptación a las demandas del mercado en materia energética. Y nace con vocación de integrar en nuestro proceso de transformación tecnológica las capacidades innovadoras de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología.
Precisamente, Petronor Innovación ha sido ya acreditada como un agente de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología. ¿Qué valoración hace de esta Red?
Mi valoración, a efectos formales, es positiva, porque un presidente de Tecnalia no puede decir lo contrario. Y, en el fondo, también es positiva, porque hay una plataforma de investigadores de altas capacidades, con gran vocación e insertada en redes internacionales. Es sobre esta calidad existente sobre la que hay que lograr aplicar la gestión de este capital humano excelente, y conseguir ubicarla en proyectos y procesos con alta eficiencia organizativa.
Como ha dicho, además de Petronor, desde junio también ostenta la presidencia de Tecnalia, cuyo objetivo para 2020 es incrementar en más de un 50% su actividad con empresas vasca. ¿Cómo van a lograrlo?
En el plano personal, a los planes estratégicos les tengo respeto, siempre y cuando sean la línea maestra para una gestión eficiente. Porque el papel lo aguanta todo. No voy a entrar en los objetivos para 2020. Me preocupa más el presente, porque no hay 2020 sin un presente válido, y el 2020 está muy cerca.
Uno de los grandes desafíos que tenemos es la asunción de que la innovación tecnológica no tiene que ser para la empresa, bajo ningún concepto, un factor que dependa del grado de ayudas públicas. La innovación tecnológica, o está en el corazón estratégico de la empresa o es un brindis al sol. Hay que reconectar, hay que reconsolidar, la relación entre las empresas y Tecnalia. En consecuencia, el esfuerzo hay que ponerlo en toda la cadena de valor, desde la empresa tractora hasta la pequeña empresa, de forma que todas estén imbricadas en un ecosistema de innovación tecnológico articulado.
Para concluir, ¿cómo valora Innobasque, como plataforma de colaboración público-privada a favor de la innovación?
Innobasque, como proceso tal y como lo definió en su lanzamiento Pedro Luis Uriarte, me parece excelente. Dicho esto, en estos momentos, sobre la base de la idea fundacional, necesitamos una vuelta de tuerca que nos permita optimizar recursos, coordinar de manera eficiente y en un desarrollo compartido, las diferentes plataformas, y todo ello alineado con un principio esencial que nos ha hecho sobrevivir como país en el devenir de la historia económica e industrial: trabajo, formación y cooperación.
Esta entrevista está publicada en «Berrikuntza Gara».