«Esto no va de mujeres u hombres, sino de combinar la diversidad y aprovechar lo mejor de cada persona, ofreciendo a unas y otros las mismas oportunidades”, afirmó ayer Lola Elejalde, directora de Prospectiva e Internacionalización de la Agencia Vasca de la Innovación-Innobasque, durante los “Encuentros Profesionales Deusto Ingeniería: El rol de la mujer ingeniera como directora”, organizado por la Universidad de Deusto en su campus de Bilbao.
Elejalde apuntó que “además de ciertos prejuicios y estereotipos, a las mujeres nos frena, a la hora de afrontar retos laborales, nuestra propia autoexigencia. Lo que hace que también en edades más tempranas dudemos de nuestra capacidad para estudiar carreras consideradas, entre comillas, difíciles”. Si a ello añadimos una visión parcial de la aplicación práctica de las ingenierías y la tecnología y de su utilidad para mejorar, por ejemplo, la calidad de vida de las personas, el resultado es un menor número de mujeres ingenieras.
Junto a Elejalde, compartieron su experiencia como ingenieras y directoras, Silvia Balmaseda, directora de Proyectos de Idom, Izaskun Alonso, directora de Proyectos de Sidenor I+D, y Mª Luz Guenaga, investigadora, profesora y directora de Inspira STEAM de la Universidad de Deusto.