Innobasque, 30 de julio de 2020. La pandemia provocada por la COVID-19 ha invalidado las previsiones económicas y sociales establecidas y ha situado Euskadi ante un escenario volátil e incierto. Ante esta coyuntura, la Agencia Vasca de la Innovación ha revisado el análisis de prospectiva correspondiente a este año y ha elaborado un nuevo informe que marca los retos y oportunidades a los que se va a enfrentar la economía y la sociedad vasca. Su directora general, Leire Bilbao recalca “la importancia de apostar por la innovación, sobre todo en estos tiempos, porque esta crisis además de grandes retos, traerá consigo numerosas oportunidades”.
Megatendencias y espacios de oportunidad
La primera reflexión que constata Innobasque es que se mantienen las megatendencias marcadas en anteriores ejercicios, por ejemplo, la necesidad de innovar en vigilancia y prospectiva impulsando la transformación de los modelos de negocio e impulsando la digitalización y la colaboración. Eso sí, cambia la urgencia y la necesidad de implementarlos con una mayor rapidez.
Tres son las principales oportunidades para la innovación que aparecen reflejadas en el informe:
- La digitalización como factor indispensable en el proceso transformador.
- La preocupación por la salud poniendo de manifiesto la relación directa que existe entre salud y el cuidado de nuestro ecosistema medioambiental.
- El trabajo conjunto entre diferentes disciplinas que van a terminar convergiendo tecnológicamente y generando espacios de innovación más dinámicos.
La directora general de Innobasque, Leire Bilbao insiste en que “se trata de fomentar organizaciones más flexibles, con capacidad de adaptación, que puedan actuar de forma radical y/o disruptiva”. Ha añadido que “es determinante, una innovación frugal que apueste por innovar mejor, más rápido y de forma más eficiente y económica porque la velocidad e implementación de los tiempos también ha cambiado”.
El análisis de Innobasque identifica además los ámbitos en los que innovar será fundamental. Concretamente en: vigilancia y prospectiva, estrategia de empresa, de negocio y de innovación, organización y cultura, transformación digital/tecnológica, mercados actuales y potenciales, así como en operaciones y sostenibilidad (economía circular).
Tras la irrupción de la COVID-19, el entorno competitivo también se ha redefinido. Desde Innobasque se recalca que es necesario apostar por modelos híbridos (físico/digital) que permitan trabajar en soluciones innovadoras que generen valor frente a otros competidores. La Agencia vasca de la Innovación detalla un entorno competitivo para las empresas vascas marcado por:
- El rediseño de los modelos de negocio actuales aprovechando las tecnologías digitales.
- La colaboración con otras empresas para la innovación basada en tecnologías digitales a través de relaciones estables, tanto con clientes, como con proveedores expertos en digitalización.
- Competir en propuesta de valor no tanto a nivel de tamaño o escala.
- Competir en imaginación, avanzar hacia la innovación radical y/o disruptiva
En el ámbito de la organización y la cultura empresarial, el informe expone que en un entorno volátil e incierto, las empresas deberán hacer de la resiliencia una prioridad, por ejemplo, preparándose para distintos escenarios, construyendo una organización flexible y adaptativa que pueda adecuarse rápidamente a las nuevas circunstancias, incentivando el aprendizaje y fomentando el emprendimiento.
Otra de las claves es desarrollar el pensamiento divergente e implementar el pensamiento crítico de la toma de decisiones. Bilbao ha detallado que se debe “evitar el pensamiento de grupo general para que las personas pensadoras independientes se sientan cómodas, compartiendo sus opiniones y preocupaciones”.
Transformación digital y tecnológica
Desde Innobasque se considera que es clave seguir avanzando en la transformación digital, especialmente en los siguientes ámbitos empresariales: orientación al cliente, estructura organizativa, gestión del cambio, liderazgo transformacional, seguridad y privacidad del dato, evolución de los productos servicios y procesos, personalización, decisiones tecnológicas, integración de los sistemas de información, experiencia del cliente interno, así como en logística y cadena de suministro.
Para avanzar en materia de transformación digital, el informe de prospectiva identifica la oportunidad de trabajar en tecnologías facilitadoras tales como la inteligencia artificial, el blockchain, las tecnologías open source, la impresión 3D y los robots. Debido a la crisis de la COVID-19 también han tomado relevancia como nichos de desarrollo la tecnologías vinculadas a la telesalud, la modificación genética, nanotecnología, tecnología sintética y los drones. Un análisis que comparte el European Parliamentary Research Service, el servicio de investigación interno y el grupo de expertos del Parlamento Europeo.
Otra de las conclusiones fundamentales es que la digitalización de los trabajos, de manera forzada por la pandemia, no tendrá vuelta atrás. Las empresas que han podido trabajar de forma óptima, con sus empleados en remoto, seguirán apostando por esta tendencia que les permite ahorros de costes en oficinas y viajes de negocios.
La nueva realidad
La COVID y la crisis que ha traído consigo a nivel global ha propiciado, según el informe realizado por Innobasque, un agravamiento de las desigualdades económicas y sociales, por ejemplo, en cuanto al acceso a los recursos sanitarios básicos o la educación. También ha vuelto a poner de manifiesto la existencia de una brecha de género en la atención y cuidado de menores y mayores.
A nivel económico se va a producir una caída abrupta de los indicadores macroeconómicos. La previsión del PIB contemplada al comienzo del año preveía un crecimiento del 1,9% que sin embargo ya se está traduciendo en una nueva realidad con depreciaciones considerables.
El informe destaca la importancia de que Europa dé los pasos necesarios para afrontar la crisis económica y sanitaria de forma conjunta, en la línea del acuerdo histórico logrado la pasada semana entre los diferentes miembros de la Unión para movilizar 750.000 millones de euros en créditos y subvenciones.
Esta nueva coyuntura, también ha dejado de manifiesto la dependencia de las industrias europeas de los componentes y materias primas provenientes del mercado asiático, principalmente de China. En este sentido, se ha contrastado que en pandemias como la vivida, con rotura de las cadenas de suministro, es necesario reevaluar las operaciones teniendo en cuenta el coste, la flexibilidad y la adaptabilidad.