La Federación Vizcaína de Empresas del Metal, BBK y MeKit participan mañana en la jornada “RSE y competitividad responsable” que organiza Innobasque. En la presentación mostrarán cómo aplicar estrategias y valores que tienen en cuenta la responsabilidad social y cómo éstas impactan de forma rotunda en las organizaciones.
Zamudio, 17 de mayo de 2011. Innobasque -Agencia Vasca de la Innovación- organiza la jornada “RSE y competitividad responsable” -que tendrá lugar mañana, 18 de mayo en las instalaciones de Zamudio de Innobasque, en la que intervendrán Jorge Petralanda, responsable del Área Técnica de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal; Iñaki Gutiérrez, coordinador de RSE de BBK; Mikel Bilbao, director de MeKit; e Iker Atxa y Pablo Angulo, del Área de Innovación Social de Innobasque. En la presentación se mostrará cómo aplicar estrategias y valores que tienen en cuenta la responsabilidad social y cómo impacta de forma rotunda en las organizaciones, de modo que cuanto más responsable es una entidad mayores beneficios es capaz de producir, lo cual redunda en su competitividad.
Desde la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) explicarán las medidas que se pueden llevar a cabo en las tres vertientes de la sostenibilidad (economía, sociedad y medio ambiente) como base para comenzar a trabajar la RSE. De los servicios y proyectos para avanzar en este área hablará Jorge Petralanda, responsable del Área Técnica de la FVEM.
Iñaki Gutiérrez, coordinador de RSE en BBK, explicará que la caja es una entidad “que lleva la responsabilidad social en su ADN, desde el mismo momento de su fundación hace más de cien años, ya que nació para atender las necesidades de las capas de la sociedad más desprotegida”. Gutiérrez aclara que “la RSE es algo más que obra social, por ello, BBK ha evolucionado e implantado en todo su sistema de gestión este concepto para ser una empresa socialmente responsable”. En su opinión, los pilares sobre los que se basa la RSE son, en el caso de BBK, una política y códigos de RSE públicos, la existencia de un manual de gestión, un comité de RSE que controla las acciones, indicadores de cuadro de mando y acciones de mejora cualitativas y cuantitativas, así como la comunicación y difusión de los resultados. Desde BBK se transmitirá que lo fundamental es trabajar con los grupos de interés y definir los conceptos básicos para aplicarlos en el sistema de gestión de la empresa, de modo que todas ellas, grandes y pymes, puedan llevar a cabo este tipo de políticas.
Mikel Bilbao, director de MeKit, presentará la nueva plataforma web “RS Pymes” creada en colaboración con la Fundación Alares. Se trata de una herramienta gratuita al servicio de la pequeña y mediana empresa que diagnostica la efectividad de las acciones en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Bilbao destacará que “el ejercicio de la responsabilidad social en la gestión de las organizaciones es voluntario y requiere el compromiso de la dirección de la empresa, ya que debe ir integrado en su estrategia“.
Por su parte Iker Atxa y Pablo Angulo, del Área de Innovación Social de Innobasque, explicarán cómo la Agencia Vasca de la Innovación trabaja, en colaboración con su red de socios dentro de la denominada “dinámica de transformación 4º sector” (que busca la articulación de empresas que creen simultáneamente valor social y económico) en proyectos tales como la puesta en valor del intangible RSE para así medir su impacto en la cuenta de resultados o la creación de un marco de aplicación de la Responsabilidad Social de referencia para las organizaciones vascas.
Qué es la Responsabilidad Social Empresarial
Según el Libro Verde de la Unión Europea, la responsabilidad social de las empresas (RSE) o responsabilidad social corporativa (RSC) es «la integración voluntaria, por parte de las empresas de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores». Es una forma de actuar que adoptan las empresas voluntariamente, más allá de sus obligaciones jurídicas, por considerar que redunda a largo plazo en su propio interés. Está intrínsecamente vinculada al concepto de desarrollo sostenible: las empresas deben integrar en sus operaciones las consecuencias económicas, sociales y medioambientales. Además, afecta a su propia gestión y estrategia empresarial.
