Innobasque presenta en la cita mensual de los Martes de Innobasque sus prioridades (ámbitos y temáticas), así como la visión de un Sistema Integrado para Euskadi a través de la cadena de valor de la Innovación Social.
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Guillermo Ulacia, presidente de Innobasque: “la innovación social es
una oportunidad para una Euskadi, porque debe responder urgentemente a
los grandes desafíos actuales”.
Bilbao, 22 de febrero de 2011. Guillermo Ulacia, presidente de
Innobasque – Agencia Vasca de la Innovación, y José María Muñoa,
presidente del Consejo de Innovación Social de Innobasque, han
presentado esta tarde, en la sede de la Bolsa de Bilbao, la “Estrategia
de Innovación Social: una ventana de oportunidad para Euskadi”, en el
marco de “los Martes de Innobasque”. En el acto, que ha contado con la
colaboración del Colegio Vasco de Economistas, Innobasque ha enfocado la
innovación social como una oportunidad para generar valor para una
Euskadi que debe responder a los grandes desafíos actuales.
Algunos datos: las 3 E
El informe “Estrategia de Innovación Social: Una ventana de oportunidad
para Euskadi” llama la atención sobre las 3E: envejecimiento, educación y
empleo. Son los retos a los que se debe enfrentar Euskadi, e Innobasque
plantea enfocarlos desde una perspectiva basada en la innovación
social, de manera que al dar respuesta a estos desafíos se generen valor
y oportunidades innovadoras, a través de nuevos modelos de negocio.
Euskadi posee potencialidades, gracias a una extensa red de
organizaciones innovadoras, para ser un territorio piloto que plantee
nuevas soluciones a problemas que afectan medularmente, tanto en costes
como en oportunidades de negocio que fomenten la internacionalización de
los mismos.
Envejecimiento
Euskadi es el tercer territorio más envejecido de Europa, mostrando una
de las poblaciones demográficamente más viejas de la Europa de los 27,
al tiempo que su población infantil está entre las más bajas. Esto
traerá como consecuencia que para el año 2030 la población vasca
decrecerá levemente (-0,4%) y aumentará significativamente su
dependencia económica. Así, por cada persona mayor de 65 años habrá 2,2
personas en edad de trabajar, frente a las 3,5 que existen hoy en día.
En consecuencia así, el ratio dependencia de Euskadi en 2030 será del
28,75%, lo cual afectará negativamente a nuestra competitividad y hará
insostenible un sistema como el actual, puesto que no seremos capaces de
afrontar los costes sociales que esta situación genera.
Educación
Por otro lado, en el ámbito de la educación, Euskadi se sitúa lejos de
los países de referencia. Según el Programa para la Evaluación
Internacional de Alumnos (PISA), Euskadi supera la media de la OCDE en
lectura y matemáticas, pero se sitúa lejos de los resultados obtenidos
por países líderes en educación. Así, mientras el entorno en el que
deben competir nuestras empresas es cada vez más exigente, Euskadi posee
unos índices de fracaso escolar que no garantizan que la población
posea las competencias necesarias para desenvolverse con éxito en un
entorno global muy competitivo. Si a ello añadimos que la implantación
de la innovación ejerce un impacto directo en las necesidades de empleo
(a más innovación tecnológica menos empleo no cualificado), podemos
afirmar que va a aumentar la demanda de empleos de alta cualificación,
por lo que va a ser imprescindible que las personas incorporen la
formación a lo largo de toda su vida para no resultar excluidas de un
sistema cada vez más exigente.
Empleo
Por otra parte, diversos informes señalan que las sociedades más
innovadoras son también las que registran unos índices de paro menores.
Es precisamente el paro otro de los desafíos a encarar, ya que los
índices de desempleo en Euskadi son altos si se comparan con los de los
países de nuestro entorno. Simultáneamente, se da la circunstancia de
que la productividad del sistema laboral es menor de la necesaria.
Para enfrentar con éxito estos retos, Innobasque presenta una estrategia
basada en la innovación social que requiere de una alianza
público-privada que plantee soluciones efectivas que permitan afrontar
el futuro con garantías. Para ello, es necesario activar las
potencialidades dormidas de toda la sociedad, para que los agentes que
la conforman sean corresponsables y protagonistas de esa transformación
que nos permita satisfacer las necesidades sociales planteadas. Una
transformación de esta naturaleza no puede llevarse a cabo de forma
unilateral, es necesaria la cooperación entre los agentes y
organizaciones públicos y privados.
A través de la estrategia elaborada por Innobasque, la innovación social
se plantea en Euskadi como una oportunidad para dar una respuesta
integral y estructurada a estos desafíos, de modo que se genere
crecimiento económico y empleo y se consolide una posición de vanguardia
que permita a nuestro territorio mantener en el futuro nuestro nivel de
bienestar y un compromiso social profundo con el mundo.
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