Euskadi mantiene su posición en el grupo de regiones de alta innovación, al margen de la evolución negativa de su entorno. Esta posición ha sido fruto de un proceso paulatino de convergencia con Europa, ya que Euskadi ha pasado de estar en el 81% de la media comunitaria en 2010, al 92,4% en 2016. Así se pone de manifiesto en el Informe Innobasque de Innovación 2016, que, sin embargo, constata que existe una ralentización de los indicadores de esfuerzo que, por el momento, no tiene impacto en los resultados científicos (publicaciones), tecnológicos (solicitud de patentes) ni económicos (exportación de la industria manufacturera). ¿Significa esto que estamos en un escenario de mejora de la eficiencia del Sistema Vasco de Innovación? ¿O por el contrario es el preludio de un periodo de declive?
Sobre esta disyuntiva debatieron los expertos Mikel Navarro, catedrático de Economía de la Deusto Business School e investigador senior de Orkestra; Javier Fernández de Retana, director de Relaciones Institucionales y Desarrollo Tecnológico de Aernnova y Marta Acilu, vicepresidenta de Noray Biosciences Group: