Carlos Peña, director de Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación de Innobasque, respondía en las páginas del Suplemento Innovación que publicaba el diario El Correo a un cuestionario donde se abordan los retos de la I+D+i vasca, se destacan los beneficios de la innovación abierta y se pregunta sobre los sectores más proclives a la innovación en Euskadi.

Además de Peña, en las páginas de la publicación responden a idénticas cuestiones José Miguel Erdozain, director general de IK4 Research Alliance; Joseba Arza, director de Ingeteam Power Technology; Josu Madariaga, director de Tecnología del Gobierno Vasco; Gorka Artola, director de Innovación y Transferencia de la UPV/EHU; y Emiliano  López Atxurra, presidente de Tecnalia. 

Estas son las declaraciones del directivo de Innobasque:

¿Cuáles son los grandes retos que deberá afrontar la I+D+i vasca para mantenerse en los próximos años entre las regiones europeas punteras en este ámbito?

Euskadi ha sido calificada por la Comisión Europea como polo de innovación. Esto ha sido debido a la apuesta a largo plazo del país durante los últimos 30 años en nuestro Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación. Este hecho se recoge en el Informe Innobasque de Innovación, que lejos de caer en la autocomplacencia, subraya los principales retos de la I+D+i vasca para los próximos años. Así, se refleja que ha habido un estancamiento de la actividad de I+D del sector empresarial, por lo que uno de los desafíos sería invertir esta tendencia y una de las vías para lograrlo puede ser la consolidación del crecimiento de la financiación internacional en el sector empresarial iniciado con el programa europeo Horizonte 2020.

Además, se advierte en el Sistema Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación cierta debilidad en la innovación más allá de la I+D, aquella que abarca aspectos como software, diseño, marketing, formación u organización, y que se percibe como más acentuada entre las pymes. Debemos reforzar por tanto este punto también.  Por otro lado, el Informe constata también la necesidad de consolidar el crecimiento en patentes internacionales iniciado en los últimos años. Entre otros, este es un importante indicador del nivel innovador de un territorio.

La innovación abierta permite sumar fuerzas para afrontar proyectos de gran envergadura. ¿Qué otras ventajas ofrece?

La ventaja más relevante que aporta es la incorporación de conocimiento externo a las organizaciones. Hay que tener muy claro que nadie posee todo el conocimiento, y desde luego, tampoco ninguna empresa u organización. Las ideas están distribuidas en todas partes, descentralizadas. Así, la innovación abierta se presenta como una manera muy rentable de innovar porque reduce costes, acelera la llegada al mercado, aumenta la diferenciación y crea nuevas vías de ingresos. Puede aportar grandes ventajas competitivas.

Muchas veces son agentes externos a la organización como proveedores, clientes, o personas del mundo académico, de otros contextos, edades, formación y culturas, las que realizan aportaciones con potencialidad para generar estas ventajas competitivas. Estas personas que están fuera de las organizaciones tienen una perspectiva no sesgada, no mediatizada por la cultura imperante.

En Innobasque Exchange, una iniciativa de colaboración que impulsa Innobasque, lo hemos comprobado en repetidas ocasiones. Nadie lo sabe todo, por eso, cuando los proyectos que se trabajan son analizados por personas que no los conocían previamente y proceden de profesiones y lugares diversos, pueden aportar perspectivas enriquecedoras, descubrir fortalezas ocultas o provocar sinergias. Quienes están dentro de las organizaciones normalmente realizan innovaciones incrementales, no tan rompedoras. Por ello, la colaboración de equipos multidisciplinares es una fuente inagotable de innovación.

 

Además de las prioridades estratégicas de especialización inteligente (fabricación avanzada, energía y biociencias/salud), ¿qué otros sectores están en una buena disposición para llevar a cabo iniciativas innovadoras?

El Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020 recoge la estrategia de especialización inteligente que ha identificado dichas prioridades. Pero esa estrategia recoge también cuatro territorios de oportunidad en los que se podrán dar avances en el futuro cercano que justifiquen una mayor concentración de recursos, vinculados al crecimiento de la demanda social y empresarial. Estos nichos son la industria agroalimentaria ligada a la sostenibilidad y al entorno humano, la planificación territorial y regeneración urbana, las conocidas como industrias culturales y de la creatividad, y actividades específicas relacionadas con los ecosistemas. Es importante destacar que en la intersección de las prioridades y los nichos de oportunidad pueden surgir interesantes proyectos híbridos y colaborativos.

 

 

 

 

 

Comparte esta noticia

Más noticias