La I+D+i es el factor que más afecta a la a la competitividad de la economía vasca son: la I+D+i, seguida de los costes salariales y, a mayor distancia, la formación. El acceso a la financiación pasa a ocupar los últimos lugares. Así se desprende de la última edición del Ekonometro, un indicador de confianza socioeconómico que semestralmente elabora el Colegio Vasco de Economistas, mediante la participación de sus personas colegiadas, en colaboración con la UPV/EHU.
En base a las respuestas que las y los economistas aportan sobre cómo valoran su situación económica personal, la situación económica del País Vasco, la evolución del desempleo y sus expectativas de ahorro, se construye el Índice de Confianza de los Consumidores (ICC), cuyo valor es 26,1, superior a 0 lo que nos indica una percepción positiva de la economía por parte de las y los economistas. Si lo comparamos con el ICC del Ekonometro de diciembre, supone un aumento de casi de diez puntos.
Por otro lado, la mayor parte del colectivo de economistas considera que la “economía colaborativa” plantea retos en los ámbitos fiscal, competencial, de protección del consumidor y tecnológico. Las personas encuestadas más jóvenes dan menos valor a estos retos, que cobran mayor importancia para el colectivo de los mayores de 45 años.
Así, casi la mitad (46,8%) de las personas encuestadas considera que la economía colaborativa supone un reto a nivel fiscal y solo el 22,5% considera que no lo es. El 51,8% de profesionales encuestados cree que la economía colaborativa es un reto a nivel de competencia, frente al 15,1% que opina que no lo es. Con respecto al nivel de protección del consumidor bien en su seguridad o en su salud, el 49,8% de las personas encuestadas valora este aspecto como un reto para la economía colaborativa, mientras el 15,8% no está de acuerdo. Por último, el 49,4% de las personas encuestadas considera que la economía colaborativa supone un reto a nivel tecnológico, frente a un 17,5% que estaría en desacuerdo.
Cuestionados sobre el impacto de la última crisis en la sociedad, la mayoría de este colectivo considera que han debido de ajustar su nivel de vida, algo que las Administraciones públicas vascas no han hecho. También son mayoría quienes no creen necesario subir los impuestos, y quienes están en desacuerdo con la afirmación de que “el sistema financiero español está saneado y es solvente”. También son críticos al considerar que “no se han implantado políticas adecuadas para favorecer el emprendimiento empresarial”.
En general las y los economistas consideran que el Brexit no tendrá efectos graves sobre la economía vasca, aunque el 20,3% opina que puede tener consecuencias bastantes negativas.