Innobasque promueve un ecosistema de innovación en Euskadi donde los diferentes agentes interactúan de manera colaborativa generando resultados que contagian y transforman la sociedad. Este modelo se conoce como el de la cuádruple hélice, porque en él trabajan conjuntamente los ámbitos científico-tecnológico, económico, público y social. La OCDE ha reconocido que Innobasque es pionera en la construcción de este método. Así finaliza el artículo “Basque Innovation”, que Txema Villate, firma para la revista británica “Horizon 2020: Portal”.
Txema Villate, director general de Innobasque da a conocer las claves de la agencia que dirige desde su fundación, hace 6 años, y da cuenta de los hitos recientes más destacados. El artículo completo puede leerse aquí en inglés y a continuación en castellano:
Innobasque, la Agencia Vasca de la Innovación, es una asociación público-privada sin ánimo de lucro de carácter estratégico que cuenta con más de 1.000 organizaciones socias: empresas grandes y pequeñas, administraciones públicas, centros de conocimiento e investigación, etc. Innobasque contribuye a aumentar la competitividad, incrementar el PIB, estimular la generación de empleo y mejorar la calidad de vida en Euskadi. El objetivo final es hacer del país el referente europeo en materia de innovación en 2030, para lo cual trabaja en tres líneas principales:
– Evaluación y monitorización del sistema vasco de innovación, realizando un balance continuo de excelencia en la inversión innovadora. – Socialización y generación de una cultura de la innovación, para que ésta sea un motor de transformación. – Dinamización socio-económica, apoyando iniciativas clave en ecoinnovación, sociedad efisaludable y el Cuarto Sector, que impulsan la innovación en la industria, ámbitos sociales y la reactivación de la economía.
En la actualidad, Euskadi posee una potente Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación (RVCTi) formada por más de 120 agentes, siendo la I+D+i unos de los ejes estratégicos sobre los que se vertebra el tejido económico de la región. Pero no siempre ha sido así.
En la década de los 80, una profunda crisis industrial impactó de manera directa en la industria naval, siderúrgica y de bienes de equipo, hasta ese momento principal sustento de la economía local. Euskadi sufría un paro de más de casi el 25% (24,5% en 1986) y apenas poseía el 89% de la renta per capita de la media europea. En este contexto, el primer gobierno vasco de la democracia apostó por fortalecer la industria con tecnología avanzada, como principal pilar de la reconversión industrial que tuvo lugar.
La I+D fue la principal palanca para lograrlo, para lo cual, se puso en marcha una red de centros tecnológicos creada para dar respuesta a las necesidades empresariales, nació la Universidad del País Vasco, que se sumaba a las ya existentes Universidad de Deusto y Universidad de Mondragón. 25 años después, en 2007, el País Vasco tenía un paro residual (3,3%), su renta per capita era el 137,4% de la media europea, contaba con una RVCTi consolidada, una industria que representaba el 30% de su PIB y una inversión del 1,8% del PIB en investigación y desarrollo, frente al 0,06% de dos décadas antes.
Sin embargo, la bonanza de aquellos años no garantizaba el éxito del futuro. Por ello, en 2007, fruto de una alianza público privada, nace Innobasque, Agencia Vasca de la Innovación con la misión de transformar Euskadi con la innovación, tecnológica y social, como motor de cambio. A pesar de la virulencia de la actual crisis económica, Euskadi ha reforzado su apuesta por la I+D+i, invirtiendo en 2012 el 2,12% de su PIB. Conscientes de que tan relevante como conocer cuál es el input es tener constancia del resultado, Innobasque ha elaborado en 2013 Indizea, el Índice Vasco de Innovación, un diagnóstico único de la contribución de la innovación a la mejora de la productividad, que tiene en cuenta tanto los activos tangibles (mano de obra y capital físico), como los intangibles. La aportación de estos últimos es la innovación, compuesta por siete factores: I+D, diseño, propiedad intelectual, formación continua, desarrollo organizativo, marketing y software. Es la primera vez que una región aplica este método de evaluación desarrollado por la agencia británica Nesta. Indizea concluye que la innovación ha supuesto un freno a la caída de la productividad durante la crisis y que gracias a la inversión realizada en capital intangible Euskadi ha evitado crecimientos negativos.
Con el fin de volver a la senda del crecimiento sostenible, los actuales planes de ciencia, tecnología e innovación se basan ahora en la especialización inteligente (RIS 3 en sus siglas en inglés), sobre la que Euskadi ha definido sus metaprioridades estratégicas: fabricación avanzada, energía y convergencia bio, nano y micro. Desde estas tres grandes tendencias Euskadi está generando nuevas oportunidades de negocio y desarrollo a través del emprendimiento, el intraemprendimiento y la creatividad de un entramado multiagente formado por el Grupo Spri dependiente del Gobierno Vasco, las Diputaciones Forales de Bizkaia, Alava y Gipuzkoa y las agencias de desarrollo local. Toda esta actividad emprendedora es evaluada y monitorizada en el informe Global Enterpreneurship Monitor, que elaboran para Euskadi Orkestra, Instituto Vasco de Competitividad y Eusko Ikaskuntza, y que ha revelado que la crisis ha empujado a emprender a colectivos que tradicionalmente no venían haciéndolo (mujeres, por ejemplo) y que quienes lo hacen en clave de innovación e internacionalización han experimentado un repunte.
Las empresas vascas han interiorizado la necesidad de abordar nuevos mercados y consideran cada vez más relevante internacionalizar también su I+D+i. Para lograrlo, Horizonte 2020 se presenta como una oportunidad única no sólo para conseguir financiación para estas inversiones sino para aumentar su competitividad de manera que contribuyan a la creación de riqueza económica y social. En este sentido, Innobasque activa la promoción de la participación de empresas vascas y agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación en proyectos transnacionales de I+D a través de los siguientes iniciativas: MANUNET (fabricación avanzada), ENT III(transporte), MNT (micro y nanotecnología) y ETB-Pro (biotecnología) y en todos aquellos proyectos financiados por Horizonte 2020. Además de asesorar a las empresas en su participación en este tipo de proyectos, también forma a su personal en esta misión a través de cursos avanzados en gestión de proyectos internacionales de I+D+i, y participa y organiza diversas jornadas informativas con el fin de aumentar la participación vasca, especialmente de las pymes, en este tipo de iniciativas. Así, este año presentará el “Cuaderno Estratégico de la I+D+i vasca en Europa”, que elabora junto al Gobierno Vasco y el Grupo Spri, donde se establecen los objetivos de participación vasca en el nuevo programa europeo de investigación e innovación Horizonte 2020.
Ecosistemas de innovación
Dicho programa incluye por primera vez una partida destinada a innovación social, ámbito en el que Euskadi está posicionándose como una referencia internacional. Recientemente Innobasque ha participado, junto a expertos de todo el mundo, en el Foro Internacional de Innovación Social 2013, que se celebró en Bogotá (Colombia), donde fue presentada como una buena práctica de innovación social vinculada al desarrollo regional y un ejemplo de apoyo a la participación de la ciudadanía en políticas públicas. En esas características incide precisamente la Comisión Europea a la hora de seleccionar a la Agencia Vasca de la Innovación también como una buena práctica en la “Guía Europea para la Innovación Social”, presentada en Bilbao en un acto que mostró los mimbres de un nuevo ecosistema de innovación estructurado en torno a la innovación social. Se trata del Basque Social Innovation (BSI), un nodo formado por 22 agentes de diferente naturaleza relacionados con la innovación social, sindicatos, patronal, universidades y empresas públicas y privadas. Partiendo de que la innovación social no sólo está vinculada a la cohesión social, sino que tiene relación directa con la competitividad de una región, está impulsando el diseño de una agenda consensuada para definir los retos a los que se enfrenta la sociedad vasca y cómo abordarlos eficientemente. Pocos meses después de su creación, el reconocido Social Innovation Exchange (SIX) eligió al BSI como nuevo miembro de su comité ejecutivo. Además, Innobasque ha visto su labora reconocida por el Social Innovation Park de Singapur. Con idéntico modus operandi, en este ecosistema de innovación vasco, agentes de diferentes tipologías (empresas, instituciones públicas, entidades científico-tecnológicas y la sociedad) interactúan entre sí generando entornos que son enriquecidos gracia a las relaciones que se establecen entre ellos y que generan riqueza. Es el caso del Global Innovation Day, una iniciativa anual de la red de socios de Innobasque donde éstos conectan entre sí y con lo que sucede en el resto del mundo, activando la oferta y demanda de innovación de la región.
Respondiendo a este modelo, contando con todos los agentes implicados, es decir, grandes corporaciones y pequeñas empresas, centros tecnológicos, universidades, administraciones públicas y entidades financieras y de inversión, Innobasque impulsa la plataforma de las tecnologías limpias del Sur de Europa, Southern Europe´s Cleantech Hub. El tejido empresarial vasco presenta diversas fortalezas en esta industria que implica a sectores diversos como energía, movilidad sostenible, tratamiento de aguas y residuos, nuevos materiales, biocombustibles, emisiones de gases de efecto invernadero o agricultura sostenible. Euskadi es un agente clave en este mercado global cleantech por su capacidad de cooperar, colaborar y co-crear entre las empresas, los emprendedores y los centros de conocimiento, que cuenta con un fuerte apoyo de las instituciones públicas y se presenta como puente entre Europa y Latinoamérica. En el seno de esta plataforma se ha creado la red de inversión y financiación de proyectos innovadores en tecnologías limpias de alto impacto Red INNvest. Se trata de un instrumento, formado inicialmente por 15 organizaciones que incluye perfiles inversores de seed capital, capital riesgo, corporaciones y socios tecnológicos, que también colabora con entidades financieras y otros socios internacionales.
El futuro está en las personas
Para garantizar que estas iniciativas tendrán continuidad a largo plazo y con el fin de promover las vocaciones científico-tecnológicas y el emprendimiento entre los más jóvenes, Innobasque ha desarrollado su Escuela de Innovación, dirigida a estudiantes de entre 9 y 23 años. Para avanzar hacia una sociedad cada vez más intensiva en conocimiento, donde la ciencia y la tecnología tengan un protagonismo cada vez mayor, no es suficiente con implicar a los actores científico-tecnológicos, hay que conectar con las personas que lo harán posible. Con esta filosofía se organiza y promueve FIRST Lego League Euskadi, un torneo internacional de robótica donde los participantes, con edades comprendidas entre los 9 y los 16 años, diseñan un robot e idean y desarrollan un proyecto científico que resuelve una necesidad específica en torno a un reto concreto que afecta a toda la Humanidad: senior solutions, food factor, nature´s fury, body forward, etc. Desde el inicio, los equipos vascos siempre han llegado hasta las finales internacionales, e incluso en una ocasión el desarrollo científico de un proyecto fue registrado con una patente internacional. En FLL se implican también las empresas, así como los centros tecnológicos, de conocimiento y el gobierno regional. Antes de tomar parte en la competición se ofrece una formación de calidad a los participantes y se les acerca a la realidad investigadora sobre la materia en cuestión. En el caso de Cleantech Now!, jóvenes de entre 16 y 23 años compiten con planes de negocio relacionados con las tecnologías limpias para hacer realidad sus propuestas y aprenden a prototipar sus ideas, mientras TrainINN Lab es una jornada de innovación donde, a través de metodoogías creativas, chavales de 12 a 17 años son capaces de crear soluciones innovadoras a los retos reales que les plantean diferentes compañías.
De este modo, Innobasque promueve un ecosistema de innovación en Euskadi donde los diferentes agentes interactúan de manera colaborativa generando resultados que contagian y transforman la sociedad. El modelo que sigue Innobasque se conoce como el de la cuádruple hélice, porque en él trabajan conjuntamente los ámbitos científico-tecnológico, económico, público y social. La OCDE ha reconocido que Innobasque es pionera en la construcción de este método.