El número de marzo del suplemento Innova+ del grupo Vocento dedica un artículo a los programas de internacionalización de la I+D+i vasca en Europa que reproducimos a continuación:
Empresas vascas trabajan desde hace años en proyectos internacionales con el doble objetivo de crecer y de construir una Europa que cumpla los objetivos marcados para 2020.
Cuántas veces ha escuchado que en época de crisis también hay que seguir apostando por la I+D+i. «Sin investigación ni innovación, la empresa no tiene futuro», dice Carlos Peña, director del área de Impulso al Sistema Vasco de Innovación de Innobasque. Él lo sabe de primera mano, ya que trabaja en uno de los proyectos más importantes para el crecimiento de las empresas vascas ayudando a cumplir el ‘Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020‘, que tiene como objetivo un futuro mejor en el que el País Vasco crezca económicamente para generar empleo y mejorar las cotas de bienestar. Lo mismo pasa fuera de nuestras fronteras. A pesar de la maltrecha economía, la Comisión Europea sigue apostando en este ámbito con, entre otros, ‘Horizonte 2020′, un programa que financia -incluso al 100% proyectos de investigación e innovación en diversas áreas en el contexto europeo, con un presupuesto récord de 80.000 millones de euros entre 2014 a 2020. La inversión anual en I+D+i en Euskadi es de 1.300 millones. Los tres objetivos estratégicos son crear una ciencia de excelencia que permita reforzar la posición de la UE en el panorama científico mundial; desarrollar tecnologías y sus aplicaciones para mejorar la competitividad europea; e investigar en las grandes cuestiones que afectan a los ciudadanos.
Gracias a la ayuda de Innobasque, las empresas vascas aprovechan este tipo de programas para salir al extranjero y luchar por ganar un proyecto que tendrá impacto directo en la facturación, consolidación, crecimiento de la plantilla y posicionamiento internacional. Objetivos que están avalados por los datos de VII Programa Marco, en el que participaron más de 300 empresas que obtuvieron 460 millones de euros, un elevado 0,92% del presupuesto total que destaca frente al 0,5% que representa el peso de la economía vasca en la UE. Números que «superan a las expectativas y retos marcados previamente», asegura Garbiñe Larrauri, jefe de proyectos de Innobasque.
Durante meses, las empresas elaboran proyectos sobre los principales retos sociales marcados por la Estrategia Europa 2020 en temas de salud, cambio demográfico, energías renovables, transporte sostenible… En palabras de Larrauri, «tiene que ser una participación dirigida, con cierto sentido y con espíritu ganador porque la competencia es feroz y hay que obtener la financiación».
Por eso, antes de lanzarse a Europa, empresas, universidades, ayuntamientos y centros tecnológicos, entre otros, hacen su propia reflexión estratégica, piensan dónde están y dónde se quieren ver de aquí a cinco años. Así, junto al Gobierno vasco, han elaborado el ‘Cuaderno estratégico de la I+D+i vasca en Europa‘, que marca las directrices en eta materia, entre otras, presentar 1.100 proyectos y lograr 805 millones de financiación. «Supone crecer un 75% respecto al programa anterior, por lo que la apuesta es bastante importante, el reto es grande», confiesa la directora de proyectos.
Para quitar el vértigo y algo de dificultad al salto hacia la internacionalización, Innobasque ha creado el Observatorio de Participación Vasca en Proyectos Europeos de I+D+i, que, además de ofrecer todo tipo de información a las empresas que se presentan por primera vez y monitorizar los resultados que se van obteniendo durante el proceso, facilita el contacto entre organizaciones con intereses similares. Posteriormente, Innobasque, integrada dentro del consorcio Enterprise Europe Network, también ayudará a la búsqueda de otros socios internacionales, porque hay que crear un consorcio de empresas europeas para presentar el proyecto. Pero esto no es todo. Si usted tiene una empresa que todavía no está preparada para jugar en esta ‘liga de campeones’ de I+D+i debe saber que, a escala local, otras empresas vascas también luchan por crecer. ERA-NET, más enfocado a las pymes, es el primer escalón hacia los proyectos más ambiciosos como H2020 y lanza convocatorias transnacionales en diferentes áreas estratégicas para Euskadi, como son la fabricación, la biotecnología, los materiales, el transporte, las energías oceánicas y la seguridad alimentaria. A diferencia del anterior, ERA-NET se rige por las normas locales y está financiado por cada gobierno, en este caso el Gobierno vasco a través del programa Gaitek.
140 proyectos
«Desde 2004, Euskadi ha participado en 15 iniciativas ERA-NET. Actualmente, es líder de una red de fabricación avanzada -debido al tejido industrial de la comunidad autónoma de la que forma parte desde 2006 y participa en otras del ámbito de los materiales, la biotecnología, el transporte…», destaca Andere Goirigolzarri, jefe de proyectos. En total, son cerca de cien organismos los que participan en estas redes entre gobiernos (nacionales y regionales) y agencias de financiación.
La actividad principal de estas redes es lanzar convocatorias de propuestas para proyectos transnacionales de I+D con temas más cercanos y que responden a una necesidad propia de la empresa aunque, matiza Goirigolzarri. «Debe ser una problemática europea y que sea común a las empresas del sector». Hasta el momento se han financiado 140 proyectos, la gran mayoría de ellos dentro de la fabricación avanzada, cuyo presupuesto individual oscila entre los 500.000 y los 3 millones de euros.
Avalado por la experiencia de quienes ya han participado, ERA-NET abre la posibilidad de formar consorcios de fácil gestión interna, que posicionan a las empresas vascas en el mercado internacional y que anima a seguir subiendo los escalones hacia la internacionalización de la I+D+i vasca.