Coches inteligentes, aviones tripulados desde tierra, camiones que se conducen solos… La tecnología avanza y el actual clima económico sirve de catalizador para la innovación en muchas industrias, como es la movilidad, una industria actualmente en auge, y por supuesto, en continuo desarrollo.
El término Mobility-as-a-Service transforma el mundo del transporte y la logística en una industria de software. Pero ¿qué quiere decir “coche inteligente”? Esta nueva tecnología puede traer un nuevo cambio en nuestra forma de interactuar con el entorno, al igual que ocurrió con los teléfonos inteligentes.
Hasta los gigantes tecnológicos Apple y Google quieren entrar en la industria del automóvil. Mientras que la compañía de la manzana trabaja en un coche eléctrico y adquiere una startup dedicada a los mapas la geolocalización, cuya característica principal radica en ser capaz de ofrecer un nivel de precisión muy superior al de los sistemas convencionales; el gigante de Internet se centra en el vehículo sin conductor, y ha anunciado recientemente que sus coches apenas ha sufrido 11 accidentes “menores” durante su fase de pruebas, en los que ha recorrido 2,7 millones de kilómetros.
Se abre una nueva etapa para el proyecto de Google. Recientemente, el director del proyecto del Coche Autónomo de Google, Chris Urmson, ha explicado a Reuters en una entrevista que la compañía tecnológica ha estado negociando con importantes fabricantes de automóvil, entre los que se encuentran General Motors, Ford, Toyota, Daimler AG y Vollkswagen.
Con la intención de mejorar su funcionamiento y rendimiento, han patentado un sistema para detectar obstáculos, calibrar su naturaleza y tomar medidas sortearlos si es necesario. Se trata de un algoritmo que podría saltarse las normas de circulación temporalmente para poder evitar los incluso a un grupo de vacas que cruzan la carretera y así poder continuar la marcha.
Las predicciones de la industria del automóvil sitúan la existencia de coches autónomos entre 2020 y 2030. Sin embargo, la legislación vigente sobre vehículos autónomos no está adaptada para los nuevos tiempos: existen países donde están permitidos o en estudio y otros donde están completamente prohibidos.
Pero no sólo existen coches autónomos. El estado norteamericano de Nevada acaba de conceder la primera licencia para que un camión autónomo pueda operar en la vía pública. La compañía alemana Daimler es la creadora de este camión dirigido por un software, bautizado como Freightliner Inspiration, en el que el conductor está obligado a asumir el control del vehículo al salir de la autopista, y conducir de forma manual por carreteras locales.
Sin embargo no son los primero en inventar la rueda, ya que en las minas de mineral de Rio Tinto, Australia, utilizan camiones que se autoconducen, taladros que no necesitan operarios, trenes automatizados… El futuro llega para quedarse.