Millones de personas carecen de acceso a electricidad limpia, segura y asequible. Por eso, la ONU ha proclamado 2015 como el Año Internacional de la Luz, con el que pretenden concienciar sobre la importancia de la luz y sus tecnologías asociadas en áreas cruciales como la energía, la educación, la salud, la comunicación, etc.
No son pocos los proyectos que trabajan tratan de innovar en iluminación. Por ejemplo, Sockket es de día es un balón de fútbol y de noche se convierte en lámpara LED usando la energía cinética almacenada.
Pero, ¿imaginas qué se podría hacer si se pudiese imprimir luz? La start-up estadounidense Rohinni ha combinado la tecnología LED (iluminación), la impresión en tres 3D y la nanotecnología para crear lo que han bautizado como Lightpaper, “la luz LED más delgada del mundo”.
Lightpaper permitirá imprimir multitud de diminutas luces LED en un soporte tan delgado como el papel. El principio de funcionamiento es sencillo: se mezcla la tinta con los LEDs, se imprime la mezcla sobre una superficie conductora, y se añaden dos capas que sellan el circuito.
Esta nueva tecnología podría cambiar la forma en que iluminamos nuestra vida, ya que permitirá imprimir sobre casi cualquier superficie, independientemente de su forma y su tamaño. Además, gracias al reducido tamaño de los LED será posible crear formas infinitas y aplicar esta tecnología prácticamente a cualquier cosa, desde un teléfono o automóvil, hasta un smartwatch o una pared.
Sin embargo, a pesar de que esta tecnología parece ser disruptiva, falta mucho por avanzar y mejorar, ya que al ser un concepto relativamente nuevo Lightpaper se enfrenta a algunos factores limitantes. Uno de estos radica en que los LED no se distribuyen de forma uniforme, por lo que la creación de figuras y formas no se ha conseguido aún.