Desde hace algún tiempo se habla con insistencia de la computación cuántica. Se trata de una tecnología que aprovecha las leyes de la mecánica cuántica para resolver problemas demasiado complejos para las computadoras tradicionales. Unida a otras tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain, cambiará de forma radical todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Las grandes corporaciones internacionales ya están invirtiendo grandes sumas en proyectos de investigación para lograr ventajas competitivas en materia de computación cuántica. También las pequeñas y medianas empresas deben prepararse lo antes posible para esta nueva “revolución industrial” si quieren garantizar su supervivencia.
Los sectores para los que se atisban las primeras aplicaciones prácticas son finanzas y seguros, sanidad, comercio, logística… Y, en general, todos aquellos en los que el análisis de datos es determinante en la operativa.
Los algoritmos de computación cuántica acelerarán el aprendizaje automático. En las plantas industriales se podrá utilizar, por ejemplo, para el control inteligente de robots en las líneas de producción, en el aseguramiento de la calidad o en el mantenimiento predictivo de plantas. Las computadoras cuánticas harán que los procesos logísticos sean más eficientes y económicos, a través de una gestión optimizada de las flotas y una planificación inteligente de rutas.
Unida a otras tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain, la computación cuántica cambiará de forma radical todos los ámbitos de nuestra sociedad.
También nuestra salud se beneficiará de la computación cuántica, porque permitirá encontrar soluciones a problemas en los campos de la medicina, la farmacia o la química simulando estructuras moleculares cada vez más complejas de las sustancias activas. Todo ello facilitará encontrar los métodos óptimos de tratamiento para cada paciente.
La simulación del comportamiento molecular también abre fascinantes perspectivas en el desarrollo de nuevos materiales que se adapten a aplicaciones específicas. Por ejemplo, en construcción ligera o en la fabricación de textiles inteligentes.
Simular de interacciones complejas entre multitud de factores de influencia diferentes conducirá a nuevos conocimientos en la investigación del clima, y permitirá pronósticos mucho más precisos de eventos naturales potencialmente desastrosos.
En el futuro, los cada vez más numerosos componentes de las redes de energía distribuida podrán ser controlados, mantenidos y protegidos contra ataques cibernéticos a través de computadoras cuánticas. Con pronósticos de carga precisos, las computadoras cuánticas podrán garantizar en todo momento un suministro de energía eficiente para la industria y los hogares.
Gracias a su capacidad para evaluar datos a largo plazo de los mercados financieros, la computación cuántica permitirá predecir con mayor precisión la evolución de los precios en la bolsa de valores, y optimizar de esta manera las carteras de acuerdo con parámetros previamente establecidos (rendimiento, seguridad, etc.). En banca, se podrá utilizar para detectar anomalías en los flujos financieros y fraudes. Y un reto transversal a todos los sectores será garantizar métodos de criptografía post-cuántica para proteger datos confidenciales.
El mejor consejo para cualquier empresa es iniciar ya el desarrollo de posibles casos de uso de computación cuántica para prepararse para los futuros requerimientos del mercado.
En España, un consorcio formado por siete empresas, cinco centros de investigación (BSC, CSIC, DIPC, ICFO y Tecnalia) y la universidad Politècnica de València ha puesto en marcha el proyecto CUCO para aplicar la computación cuántica en industrias estratégicas españolas de los sectores de energía, finanzas, espacio, defensa y logística.
En Euskadi existen importantes capacidades en computación cuántica, y las iniciativas público-privadas en marcha demuestran su creciente importancia. En Bizkaia, la Diputación Foral lídera, junto con Accenture, IBM, Telefónica, el ayuntamiento de Bilbao, el clúster Gaia, Tecnalia, Silicon Europe, la UPV- EHU, la Universidad de Deusto y Mondragon la estrategia colaborativa Quantum Ecosystem. Como parte de esta estrategia, la sociedad foral Lantik se ha incorporado como hub a IBM Quantum Network, convirtiéndose en su segundo nodo en España (tras el CSIC), y en el quinto de la Unión Europea. En Gipuzkoa, la Diputación Foral, Donostia International Physics Center y Multiverse Computing han impulsado el proyecto Gipuzkoa Quantum, y el Polo de Tecnologías Cuánticas reunirá en Donostia el conocimiento avanzado en esta materia.
Por su parte, la UPV-EHU tiene uno de los pocos másteres en computación cuántica del mundo -el primero en el Estado-, y es una de las diez universidades que integran el consorcio OpenSuperQ, iniciativa europea para lograr un ordenador cuántico con especificaciones abiertas (modelo open source).
Desde el punto de vista de la investigación, el Instituto Ibermática de Innovación (i3b), Tecnalia, la Universidad del País Vaso y la Universidad de Deusto llevan dos años trabajando en la investigación básica de esta disciplina, en el marco del proyecto Quantek.
Se desconoce exactamente en qué plazo la computación cuántica se aplicará -tal como lo hacen hoy en día las TIC- en cualquier ámbito de nuestra vida, aunque algunos expertos afirman que en no más de cuatro o cinco años. No obstante, las empresas ya tienen la oportunidad de probar y desarrollar sus propios conceptos y algoritmos de computación cuántica.
En conclusión, el mejor consejo para cualquier empresa es el de iniciar ya el desarrollo de posibles casos de uso de computación cuántica: será la mejor manera de prepararse para los futuros requerimientos del mercado.