Durante la Asamblea General de la ONU de 2021, su secretario general, António Guterres, presentó a los mandatarios mundiales el proyecto Nuestra Agenda Común (NAC), que propone 5 vectores de prospectiva para pensar a largo plazo, a fin de hacer más por la juventud y las generaciones venideras y prepararnos mejor para los desafíos que tenemos por delante:
- Laboratorio de futuros de la ONU
- Cumbre de la ONU sobre el futuro
- Enviado de la ONU para las generaciones futuras
- Informes periódicos de prospectiva estratégica y amenazas globales de la ONU
- Consejo de Administración Fiduciaria de la ONU reutilizado como órgano de prospectiva de múltiples partes interesadas
El principio de la equidad intergeneracional, que consiste en reconocer las responsabilidades para con las generaciones futuras, tiene su origen en diversas tradiciones culturales y religiosas y también se plasma en la Carta de las Naciones Unidas. Responder por los intereses de las generaciones futuras nos exigiría dos adaptaciones: en primer lugar, tendríamos que reforzar nuestra capacidad de entender y evaluar el futuro, incorporando una mentalidad a largo plazo en las políticas y decisiones importantes; y, en segundo lugar, deberíamos crear foros e instrumentos específicos para proteger los intereses de las generaciones futuras a todos los niveles de gobernanza.
El principio de la equidad intergeneracional, que consiste en reconocer las responsabilidades para con las generaciones futuras, tiene su origen en diversas tradiciones culturales y religiosas y también se plasma en la Carta de las Naciones Unidas.
Hoy más que nunca tenemos la capacidad necesaria para pensar a más largo plazo, ya que la modelización tecnológica, climática y demográfica nos ofrece escenarios con base empírica que llegan hasta el final del siglo XXI e incluso más. Para reforzar esta capacidad, habrá que hacer evaluaciones del impacto futuro de políticas y programas importantes, convocar a especialistas en prospectiva y planificación, elaborar informes periódicos sobre las mega tendencias y los riesgos catastróficos y colaborar con un grupo más amplio de stakeholders.
Por definición, las generaciones futuras no están representadas en las decisiones que se toman hoy y no pueden manifestar sus necesidades. Para sustanciar el principio de la equidad intergeneracional, se podrían crear foros que actuasen en su nombre, como representantes suyos, además de instrumentos con los que proteger mejor sus intereses.
Por definición, las generaciones futuras no están representadas en las decisiones que se toman hoy y no pueden manifestar sus necesidades. Para sustanciar el principio de la equidad intergeneracional, se podrían crear foros que actuasen en su nombre, como representantes suyos, además de instrumentos con los que proteger mejor sus intereses.
A nivel internacional, algunos países han designado comités para el futuro o comisionados para las generaciones futuras, que asesoran a los gobiernos y los órganos públicos sobre los efectos que tendrán en la población del futuro las decisiones que se tomen hoy. NAC propone crear un cargo de Enviado Especial para las Generaciones Futuras, cuyo titular representaría los intereses de las personas que van a nacer el siglo que viene. De cara al futuro, los Estados Miembros también podrían reflejar en sus respectivas Constituciones y marcos legislativos ciertos deberes para con las generaciones futuras, cosa que ya han hecho muchos países. En el plano internacional, estos intentos podrían consolidarse en una Declaración sobre las Generaciones Futuras, basada en la Declaración de la UNESCO.
En el sector privado, muchas compañías, líderes de opinión y consultores hablan de la importancia de administrar una fuerza de trabajo intergeneracional. Las empresas deben diseñar entornos que permitan a los empleados aprender unos de otros y evitar la auto segmentación por demografía. En ausencia de intervenciones dirigidas, las empresas pueden encontrarse con que sus empleados se vinculan únicamente con colegas que tienen un estatus o una trayectoria similares dentro de la organización. Esta tendencia limita la colaboración intergeneracional o el desarrollo de capacidades dentro de una organización.
La mentoría es el enfoque principal que las empresas están adoptando para fomentar el intercambio de conocimientos entre generaciones. La mentoría permite que trabajadores de diferentes perfiles y niveles interactúen en un entorno constructivo. Sin embargo, existen otras interesantes estrategias empresariales que aprovechan el talento senior. Por ejemplo, algunas empresas valoran la sabiduría de los profesionales más maduros, externalizando elementos clave de su cadena de valor al contratar perfiles senior. De hecho, hay muchas más oportunidades que están poco exploradas, pero que podrían agregar un valor notable a las empresas y a la sociedad.
A nivel de Euskadi, varias Instituciones públicas y privadas están apostando por integrar la Intergeneracionalidad en sus estrategias, adhiriéndose al compromiso global con la creación de un futuro sostenible para las futuras generaciones.